martes, 7 de julio de 2009

Invocación

Que vacio le deja a uno un poema sin respuesta,

sin el menor indicio de haber sido recibido, acogido…

Volcar el propio sentir en palabras

y que estas sean derramadas en el olvido,

Tratar de alimentar un Círculo, o tal vez Espiral de amor,

de regar un jardín que quisiera creer nuestro

y descubrir que no existe tal cosa, que quizás nunca existió.

¿Qué era entonces aquel sentimiento que nos unió?

¿Cual fue el daño, donde se esconde el desierto de lágrimas?

Desierto infinito, impenetrable, imperturbable vacio

destructor acorazado, silencioso, implacable… ¡Maldito!

¿Dónde estás Amor? ¿Dónde estás?

¿Es solo que estas lejos? ¿O acaso eres un espejismo?

Yo te sentí, entre mis brazos, llena de amor, llenos de amor

Tan grande, tan lindo, tan poderoso… nos colmaba tanto

que podíamos regalarlo, amar también hacia fuera,

compartirlo y hacer del mundo un lugar mejor

sin miedo de agotarlo porque lo sabíamos infinito.

¿Cómo es posible que algo así muera?

¿Si merecimos ese regalo tan inmenso?

¿Por qué nos fue arrebatado?

Si no estábamos preparados para un amor tan hermoso,

para cuidar ese jardín, sembrarlo de flores y cultivar sus frutos,

¿Por qué nos fue concedido?

Yo te llamé, invoque al cielo tu presencia

y tu apareciste en mi vida con toda tu nobleza

como la más bella del mundo para mis ojos,

mas espléndida de lo que hubiese podido imaginar.

¿Acaso solo vi lo que deseaba ver?

Tal vez mis ojos no vean con perfecta nitided,

sin embargo la bendición nos fue concedida

¡Mi corazón jamás me traicionaría!

¿Qué ocurrió después?

la vida abrió su camino atravesándonos pero

¿Donde están nuestros hijos?

¿Murieron antes de nacer?

Nuestro amor era demasiado grande

como para ser el niño muerto

de aquel poema de Benedetti.

Quizás llego el momento de invocar de nuevo.

Amor! Vida! Corazón!

Imnensidad!

¡Guía nuestros pasos!

¡Alumbra nuestra senda!

¡Abre los caminos!

¡Derrama sobre nosotros tus bendiciones!

Concédenos el Amor y la capacidad para compartirlo,

para ser felices y engendrar vida y prosperidad en plenitud.

Concédenos la complicidad, la confianza, la ternura.

Concédenos un amor poderoso

que ilumine y sane nuestros rincones oscuros.

Que todo ocurra de la mejor manera para los dos

y que podamos comprender y recorrer los caminos.

¡Ruego por la paz en nuestras mentes y corazones!

¡Hágase tu voluntad!

Añoranza

¿Que es enamorarse
que son los celos
que es el olvido
que la esperanza
de estar contigo?
¿Que es la nostalgia
que el engaño
que fue de verdad?
¿Que es miedo, defensa, egoísmo
que coraza, corazón
qué
el abismo?

¿Añoro acaso lo que nunca fue?
Te echo de menos...
pero no mas
de lo que te extrañaba antes,
siempre, casi todos los minutos,
cuando estábamos juntos.
Me acostumbre a vivir
a tu lado sin ti.
Tristeza como humedad vieja
hecha de lagrimas sin derecho propio,
sin espacio para vivir,
sin un lugar en tu pecho inundado
para ser acogidas, consoladas,
transformadas en sonrisas y cariño,
se vertieron hacia dentro,
fueron calando y acallando,
ahogando mi amor,
tan lindo...
tan grande,
tan delicado.
Porque abrazar un rosal
que vuelve su llanto, su mirada
hacia un lugar pasado.
Porque añorar el tiempo de tu ausencia
aquel que sufriste a mi lado.
En tu casa llena de fantasmas
yo llegue a ser uno mas y a menudo
te peleabas con nosotros.
Al que bautizaste con mi nombre
solías decirle:
"¡No me ves!"
y es cierto, los fantasmas no ven...
ni dejan ver.
¿Cuando te has dado cuenta de que me fui?
Cansado de ser inexistente en tu bestiario,
de ser ignorado entre la maraña de sabanas,
cadenas y lastres de culpa y penitencia,
mi corazón reclamo su derecho a la vida,
al amor, a existir,
se inflo como una vela y el viento soplo
lo justo para dejarme aquí
y no sabría decir
si mas lejos
o mas cerca de ti.
Quizás tu siempre añoraste nuestro amor
antes incluso de asfixiarlo
confinándolo al recuerdo, a la nostalgia
al castigo de tu mirada de rabia y dolor.
Incluso en esta distancia
anhelo que me veas,
que mires mas allá de tus viejos dolores
que me reconozcas como algo distinto
de tus pesadillas, de tus fantasmas...
porque yo me fui
pero ellos siguen ahí.
Quizás si te des cuenta de lo que no soy
sabrás lo que siempre sentí.
Ojala se desvanezca esa maraña envolvente
que transforma tu presencia
en ausencia para mi,
mi presencia
en ausencia para ti,
nuestro amor
en tristeza y añoranza.

viernes, 3 de julio de 2009

No puedo evitarlo...

Cuando no se encuentran las respuestas quizás acallar las preguntas sea una buena solución. ¿Que es lo que buscamos en las respuestas sino paz? Si eliminamos las preguntas la paz emerge... Y sería demasiado egocéntrico pensar que si dejásemos de preguntar el mundo dejaría de moverse. La vida continua con preguntas o sin ellas, entonces ¿Para que sirven las preguntas?
¿Sera el movimiento lo que haga desaparecer la in-quietud?
¿Sera la in-quietud el sentimiento derivado de la resistencia al movimiento?
No puedo evitarlo,a veces también soy así...