Otro cantar es el encuentro con el otro y el viaje acompañado, donde las decisiones de cada uno también afectan al otro. Aunque sin duda, conocerse y amarse a uno mismo es requisito indispensable para poder compartir con amor.
Quizá la soledad y la compañía no sean mas que dos caras de la misma ilusión, la separatividad. Paradójicamente, es en la soledad de nuestro interior donde mejor podemos conocernos y descubrir que en realidad somos Uno con toda la existencia.
Buen viaje, ahora y siempre.