miércoles, 1 de junio de 2016

El agua de la vida

El amor no es una relación. El amor fluye a través de las relaciones. El amor es el agua y las relaciones son sus cauces. Hay cauces estrechos que son capaces de acoger poca agua y hay otros con un gran caudal. Los grandes ríos se forman porque durante muchísimo tiempo el agua fluye a través de ellos de forma continua, y a lo largo de su recorrido van sumando agua de otros afluentes. De esta manera su cauce se va ensanchando y haciendo mas profundo, albergando cada vez mas vida en ellos y nutriendo también los territorios por donde transitan. Pero, mucha o poca, toda es la misma agua que al final desemboca en la inmensidad del océano. ¿Y si pudiéramos recibir de ese océano toda el agua que necesitamos? ¿Como serían nuestras relaciones?